¿Dietas con frutas y semillas?

Hacer dietas con las frutas y semillas en las que se concentran todos los dones y energías de la naturaleza. Desde que se abre la flor del árbol, los azahares, nos atraen y embelesan con su incomparable perfume. Con la flor, delicada, alegre y risueña, empieza el árbol a manifestar su misión tan noble como alimentar al ser humano. Al caer los primeros pétalos de la flor empieza a desarrollarse el fruto, en un proceso tan prolijo y lento.

Durante largos meses la fruta recebe y acumula la savia del árbol extraída de los materiales más escogidos de la tierra. También, durante la mayor parte del año la fruta acumula todas las energías de la atmósfera universal,  en ella prepara el perfume apetitoso, el delicioso manjar contenido en su pulpa y los azúcares fortificantes del músculo y nervios del hombre.

¿Qué puede necesitar el organismo humano que no contengan las frutas y las semillas, productos en que la naturaleza ha puesto todas sus características y contenidos? ¿Será posible que las frutas y verduras tengan las calorías, albúminas y vitaminas que el ser humano necesita en la química orgánica para su dieta? ¿Será posible que den calor adecuado a los anémicos, organismos endebles, albúminas a los niños, grasas a otros, etc.?

Veamos el ejemplo de la dieta en las vacas que producen carnes, cuero, pelos, grasa, leche, mantequilla, albúminas, etc.  y comen solo un alimento: el pasto que crece tan solo en pocos días de calor y humedad y cuyas raíces sólo profundizan unos pocos centímetros.

Por lo tanto podemos concluir que la alimentación natural de frutas y semillas de árboles es la que más conviene al hombre desde que deja el pecho materno hasta su muerte.

Tal vez muchos, encontrarán insuficiente alimento en la fruta pues han podido comprobar que al poco tiempo de comer, se siente nueva necesidad de alimentos. En cambio, un plato de carne o legumbres deja satisfacción a una persona gran parte del día…

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