lunes, 17 de diciembre de 2012

La Salud en alimentos que refrescan y alimentos que afiebran.

Los alimentos se dividen en dos grupos: alimentos que refrescan y alimentos que afiebran el aparato digestivo. Alimentos que refrescan son los que se comen crudos en su estado natural, como frutas, semillas de arboles, tallos, hojas verdes y algunas raíces. Todo alimento cocido, exigiendo prolongado esfuerzo digestivo, congestiona las mucosas del estómago, elevando así su temperatura. Esta fiebre interna se agrava con alimentación cadavérica, de fábrica, bebidas alcohólicas y aliños. La naturaleza ha dotado al hombre para buscar, coger, masticar y digerir sus alimentos, demuestran que los vegetales son el verdadero alimento natural del hombre. Alimento natural es el que puede comerse tal como lo ofrece la Naturaleza, sin preparación previa, como frutas, semillas de arboles, vegetales de hojas, tallos y raíces. En las frutas y semillas se concentran todos los dones y energías de la Naturaleza. Desde que se abre la flor del árbol, los azahares, nos atraen y embelesan son su incomparable perfume. Con la flor delicada, alegre y risueña, empieza el árbol, su misión tan noble como alimentar ser humano. Durante largos meses la fruta recibe y acumula la savia del árbol extraída de los materiales más escogidos de la tierra. También, durante la mayor parte del año, la fruta acumula todas las energías de la atmósfera y especialmente fuerzas eléctricas y magnéticas. El sol, fuente de vida… es así como va acumulando en las frutas sus energías que son vida y dan vida en su pulpa, y azúcares fortificantes del músculo y nervios del hombre. La alimentación natural de frutas y semillas de árboles es la que más conviene al hombre desde que deja el pecho materno hasta su muerte. Muchos tal vez encontrarán insuficiente alimento el de la fruta, pues han podido comprobar que al poco rato de comida ésta, se siente nuevamente necesitado de alimento. En cambió, un plato de carne o de frijoles deja “satisfecha” a una persona gran parte del día; de aquí el vulgo deduce que es mejor alimento el plato de frijoles que el racimo de uvas o la naranja y que para alimentarse bien es necesario sentirse repleto y no tener nuevamente hambre hasta pasadas largas horas. Esto se explica porque frutas y semillas, como uvas, manzanas, naranjas o nueces, son digeridas y asimiladas sin esfuerzo, sin dejar residuos malsanos, en cambio, un trozo de carne o un plato de frijoles obligan a un trabajo prolongado que hace que el individuo se sienta repleto durante cuatro o más horas. Naturalmente, no es posible con nuevos alimentos interrumpir esta digestión que en realidad, es una indigestión, y después de una comida de esta clase, es preciso aguardar largas horas para ingerir otro alimento. Este proceso de “INDIGESTIÓN” es pues, lo que lastimosamente se confunde con una alimentación “SUFICIENTE”, sin embargo, con esta economía, digestiva y energías gastadas en expulsar los residuos malsanos de esta nutrición inadecuada.

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